El tema de discapacidad es algo que me ha atrapado en
realidad, y no solo es por mi condición, sino por lo mucho que me gusta mi
trabajo. Me he ido conectando de apoco con la articulación del derecho
internacional en materia de derechos humanos, y cada día me convenzo que
estudiar política fue más que certero.
…lo confieso, desde hace más de un año, me entusiasmé
cuando supe que agosto 2016 Guatemala pasaría tras la lupa de naciones unidas
en materia de discapacidad.
Cuando la CIDH CITÓ a Guatemala en la audiencia por el
caso del hospital de salud mental, empecé a entender que este tema presenta múltiples
problemáticas, que el Estado, la sociedad y algo que también es cierto, las
personas con discapacidad de mi país, viven en un modelo asistencialista, que
es más fácil tomarnos una foto dando una silla de ruedas o comprando lotería,
que entrarle a un problema que no aparece en ninguna agenda de gobierno y que a
medias tintas inicia la “conciencia colectiva” por apostarle a la inclusión.
El 22 y 23 de agosto, fue el careo frente a la realidad,
que muchas veces no es algo que se quiera escuchar, pero quienes trabajamos en
esto, si estamos responsabilizados en generar cambios, no podemos negar, que
una a una de las interrogantes, nos evidencia, que hemos hecho muy poco.
Cuando la relatora del examen expresó al final de su
discurso inaugural tres aspectos fundamentales en los que basaría su relatoría
(el hospital de salud mental, las mujeres y la niñez con discapacidad) sonreí
en mi interior, porque tras mi visita al hospital de salud mental, reafirmé los
abusos que viven las mujeres institucionalizadas ahí, y fue cuando mi gana por
trabajar el tema de mujeres con discapacidad se hizo más fuerte.
Pero pasó una a una las preguntas, y parecía como que
nos lapidaban como sociedad (y digo lapidar, pero no de una forma linchadora)
tras cada pregunta en mi interior pensaba, falta arto trabajo que hacer.
Preguntas como: ¿Cómo aparece el componente de
discapacidad en la política de pueblos indígenas y a su vez como aparece el
componente de los pueblos indígenas en la política de discapacidad?
¿Cuántas esterilizaciones forzadas han realizado
después de la ratificación de la CDPD?
¿Cuál es la legislación que se tiene sobre el aborto?
¿CÓMO SE A CONCEPTUALIZADO LA DISCAPACIDAD EN LAS
PERSONAS QUE ADQUIRIERON LA CONDICIÓN A CONSECUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO
INTERNO?
¿Cuándo TIENE PREVISTO EL ESTADO PARTE INICIAR CON SU
POLÍTICA DE DESINSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD?
¿Cómo aborda la política de desarrollo rural integral
el tema de discapacidad?
Bueno, hubo más. Pero esas me quedaron en la mente.
Somos un país con un índice de desarrollo humano bajo,
con alto nivel de corrupción, la política de cooperación internacional del país
no contempla el tema de discapacidad, nuestras instituciones públicas son
débiles, nuestro aparato de justicia es ineficiente… y tenemos un tejido social
desarticulado. esa es una realidad que
impera.
Y todo eso pasa por tu cabeza cuando escuchas pregunta
a pregunta. …y sigues escuchando, sobre las condiciones de la niñez con
discapacidad institucionalizada, sí, escuchas las obras del hermano Pedro, y
sí, quieres vomitar, y te aguantas; pero casi lloras cuando escuchas hablar de
las camas jaulas en el hogar esperanza de Zacapa y las violaciones sexuales que
se dan de manera sistemática en el hospital de salud mental, y sí, pensé en
aquella mujer de mi visita al hospital de salud mental, y suspiré, mientras
escuchaba que eso no pasaba en Guatemala (sí, aquellos ciudadanos que trabajan
y el mayor problema que tienen en el día es cuando el transito no fluye).
Recordé: - desea entrar al pabellón de intensivo? –
sí, sí quiero ir.
Yo: y ellas porqué están aisladas? –porque llevan
tratamiento especial. Pero, están encerradas? – sí, es que no pueden caminar.
Se acerca mi compañero a la ventanilla de la puerta. Y
las chicas saltan a la ventana.
¡Puchis! …no que no podían caminar. Están muy malitas
seño.
Y los gritos de las chicas, pidiendo, que diga
pidiendo, suplicando, que las saquen de ahí. Y justo cuando me dispongo a salir
del pabellón: una mujer me toma la mano por detrás. ¡Ayúdame! Sácame de acá. Me
meten en un cuarto y me hacen de todo… -salgamos seño, y usted (dirigiéndose a
la mujer) hágase para atrás.
Las seis horas que duró el examen, no hice más que
recordar esas escenas. Y afirmaba con la cabeza que todo eso era cierto,
mientras escuchaba a quienes decían que había una exageración del tema.
Y solo pensé, que difícil se vuelve cuando tienes una
discapacidad, trabajas en el tema y fluyes en la visión Estatal. Es que no
encaja una por ningún lado. Pero en fin.
Pero… ¿y ahora qué?
Al menos en mí, la oportunidad la veo en la puerta. Hoy
tengo más argumentos para sostener que desde todos los aspectos es una responsabilidad
trabajar por la Niñez, adolescencia, juventud, mujeres, personas indígenas y
del movimientoLGTBI desde la discapacidad.
Y que con más fuerza habrá que deslegitimar aquellas
personas que se niegan a trabajar de manera sectorizada, y pues, es que así es
la sociedad, no es homogénea, y homogenizar bajo el discurso ideológico que
todos somos iguales y por tanto no se aborda de manera distinta, nos obliga a imponer el modelo de derechos humanos, y reflejar desde nuestro trabajo la
igualdad desde la óptica de la diferenciación.
Porque es justo, porque hablamos de justicia, porque
estar en este tema, no es solo discursar estar identificado, porque habemos algunas
personas, que tenemos el compromiso moral de no tolerar más, una media
oportunidad…