Era 23 de abril 2013, y yo de ingreso al hospital para
parir a Mateo y Marcela. Historial de la paciente: Nombre, Zilpa Arriola, mujer
con ceguera, embarazo gemelar, historial clínico perfecto, 57 semanas de
gestación, desarrollo de los embriones perfecto y en posición para nacer (voces
de enfermeras y doctores) se realizará cesaria a decisión de la paciente y
respaldo clínico del médico de control, además según expediente se efectuará Ligadura
Tubaria. Médico opina: “la ligadura no será
posible, porque es un primer embarazo (sujetos en silencio) …yo, ¿cómo? Sí,
mija. Es tu primer embarazo, y es gemelar, lo que quiere decir, que es riesgoso
y pueden morir los productos” …yo. pues, no son productos, ya es un niño y una
niña doctor. Además, es mi derecho decidir realizar esa operación. He sido
cuidadosa y mi examen genético indica la probabilidad de embarazos múltiples y
yo con estos dos, tengo suficiente (tono serio y voz convencida). Al fondo la
voz de una mujer, así es. Es mi paciente, le he dado control prenatal. La operación es una decisión de ella, y si vos
no la operas, lo hago yo. …muy bien doctora, yo firmé ese documento y estoy
convencida de lo que decidí. Tranquila hija, si yo hubiera tenido gemelos a la
primera, también me hubiera operado, así que vos tranquila.
Pasillo del hospital. Gritos por todos
lados, llantos desgarradores, insultos y pasos apresurados.
Una voz procede del fondo, parece ser
de donde ingresé aquel pasillo.
¡Completa! Dilatación de 8, 17 años,
segundo parto, cesaria anterior hace 11 meses. Voces al unísono… uuhuu …ruedan
las llantas de aquella camilla avejentada, quejidos de la chica… ¡ayúdeme
doctor, duele mucho! …aguántate patoja, mira la edad que tenés, tuviste un
parto hace 11 meses y ya venís por el otro… …sí te gusta, va vos? Acá todas
gritan de dolor, pero porqué cuando están abajo y las están mal cogiendo, no
gritan de dolor?
Yo, ¿qué es esto?
2 minutos después. Dejan una camilla al
lado mío, se escucha el llanto de una mujer y unos gemidos parecidos a los que
hacen las personas sordas cuando se les ha querido oralizar. Los doctores la
abordan, una enfermera lee su historial. Dice que la mujer no llevó control
prenatal, y le pregunta el doctor: ¿por qué no llevó control señora? –la mujer
no responde solo gime y llora… el doctor, vuelve a decir. Las mujeres deben ser
responsables, si hasta las vacas se cuidan cuando están gestando. Dígame, ¿por
qué no llevó control? –la mujer gime más fuerte y llora de angustia. El doctor:
no la están cogiendo señora, está a punto de dar a luz una criatura…
¡Hay! No pude más. Doctor, doctor.
Escúcheme, no sea grosero y deje de hablar así. No se ha dado cuenta que la
mujer es sorda? No sea infame por Dios, lo que usted está haciendo se llama
violencia, y si usted no puede entenderle y necesita explicaciones. La mujer
tiene derecho a que alguien que se comunique perfectamente con ella, la asista
en este proceso. Ni me contestó el idiota.
20 minutos después, llegó mi doctora,
entré al quirófano y no supe más nada de aquella mujer.
Tiempo después, me hicieron una
llamada. Hola Zilpa, cómo vas? …Muy bien vos. Trabajando otra vez, acá estoy.
Sí, es que quería preguntarte algo: vos dirás, ¿en qué te apoyo?
Tengo un problema, y necesito que me ayudes.
Mis papás me llevaron al ginecólogo, al principio pensé que era por un dolor menstrual
que les dije que tenía. Pero fíjate que no fue por eso. Ah puchis, entonces?
Fíjate que le pidieron al médico que me
realizara una operación, al principio no entendí, pero después el doctor dijo
que tenía que firmar yo el consentimiento de la esterilización, porque no
quería problemas. Mi mamá dijo, que yo firmaba, así que no había problema.
…Pero… como vas a creer eso? Vos decidís sobre tu
cuerpo y eso es un abuso hacia vos como persona y como mujer. No te dejes vos,
lo que te van hacer es un delito y vos tenés derechos, faltaba más. Sí, lo sé.
Y por eso te llamé, pero vos sabes como son mis papás, y no quise rebatir nada
en ese momento. Sí, entiendo. Va pues, juntémonos y hablamos más detallado.
Buscamos información, estábamos
realmente preocupadas. Yo no lo podía creer, una parálisis cerebral, no impide
desarrollarse como madre, si esa es la elección de una mujer. Lo fregado, es
que ser madre, aún no formaba parte de las decisiones de ella, lo sabía, sabía
que tenía una vida sexualmente activa, y supongo que los padres se percataron
de ello, y por eso la idea de esterilizarla.
Y allí estábamos las dos, leyendo sobre
el tema, solo respirando mientras nos informábamos. Ni pude imaginar su dolor,
pues, lo que estaba pasando era realmente fuerte. Se trataba de sus viejos, sí,
esos dos viejos que estuvieron con ella, que le apoyaron en su formación, que
la formaron mujer exitosa, quienes le enseñaron que la discapacidad era una
barrera, pero que existía la posibilidad de derrumbarla. Pero esos viejos, tan
admirables, lamentablemente no la veían como mujer, y ella lo sabía, y le dolía
reconocerlo, y yo preferí no hablar de ello.
Estudiamos bien la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad, nos fundamentamos en el art 12,
igual reconocimiento como persona ante la ley; el art 16, contra la
explotación, la violencia y el abuso; el art 17, protección de la integridad
personal y el art 23, sobre el respeto del hogar y la familia.
Se rompió el silencio… ella con
voz firme dijo tras suspiro. Esta práctica de la esterilización es tan normal
hacia las mujeres con discapacidad, es un verdadero abuso
…sí, respondí. Las niñas y mujeres con
discapacidad estamos más propensas a ser esterilizadas, pero no solo la
esterilización es el problema, sino también enfrentamos violencia obstétrica
como otras mujeres, pero que en nosotras se agudiza cuando la desinformación de
los médicos hacia nosotras es tanta, que no tienen las herramientas para que en
un hospital nos traten dignamente, y le conté mi experiencia el día que mis
hijos nacieron.
De pronto… carcajadas. Puchis, que te
pasa? Pregunté. La vida es irónica respondió, unas se esterilizan por opción, y
otras somos o se nos pretende esterilizar por pura humillación. Rompió en
llanto, al mismo tiempo que dejó de reír. Tranquila, dije… este documento que estamos haciendo
puede servir para mucho, y la abrasé.
Aún estamos terminando de documentar
todo, y pronto tengamos el documento final, lo publicaremos por acá. Estamos
convencidas, que muchas mujeres con discapacidad deben ser informadas, de cómo
el abuso y la despersonalización hacia nosotras es tan fuerte, pero que el
conocimiento empodera, y nosotras debemos estar empoderadas.
CONTINUARÁ