lunes, 27 de marzo de 2017

CARTA PARA EL DIPUTADO FERNANDO LINARES BELTRANENA


saludos diputado Fernando Linares Beltranena:

 

Permítame presentarme, mi nombre es Zilpa Arriola y soy una persona con discapacidad visual.

 

Espero que se recuerde de mí, soy una de las cuatro personas que hablamos con usted el 31 de enero en relación al hoy proyecto de decreto 5125 “ley de personas con discapacidad”

 

Sepa que nos acercamos a su persona considerando que ya habíamos tenido un acercamiento con usted cuando buscamos la ratificación del tratado de Marrakech, en esa ocasión usted expresó que “no se podía ratificar un tratado para una minoría como nosotros” y llamamos a su despacho para solicitarle una audiencia, a la que usted accedió, con la salvaguardia, que solo podía llegar una persona, no nos importó tanto eso, y se le explicó los contenidos del tratado. Pasada esa reunión, el tratado entró nuevamente al congreso para ser ratificado, y en nuestro monitoreo del legislativo nos complació saber que había votado a favor.

 

 

Pensamos que con el hoy proyecto de decreto 5125, pasaría igual. Y recuerdo muy bien sus palabras, cuando nos hizo mención a no centrar la discusión del proyecto en los derechos sino en los costos… aunque su forma de expresarse no es grata, en ese momento quise pensar que me estaba dando un consejo, porque sepa diputado, que aunque no comparto su peculiar forma de tratar los asuntos legislativos,  tomé en consideración al menos ese comentario, porque como ciudadana sé que usted goza de irresponsabilidad por sus opiniones, por su iniciativa y por la manera de tratar los negocios públicos, garantía que se respalda en el artículo 161 de la constitución.

 

Al igual que el resto de la ciudadanía, creo firmemente en la independencia de quienes gozan de la representatividad que delegamos en las urnas, porque aunque yo sea “una discapaz” como usted me llama, tanto a mi como a mis iguales, también tengo pleno interés que en el legislativo se debata con amplitud cada tema. el artículo 161 le da esas prerrogativas, pero también dice que Estas prerrogativas no autorizan arbitrariedad y  exceso de iniciativa personal.      

 

Y es por esa arbitrariedad y exceso de iniciativa personal, que no podemos tolerar que en la misma conversación que sostuvimos  nos digiera que no se podía invertir en las personas con discapacidad porque representamos “un costo y una carga para el Estado.  Esa frase suya:  “carga para el Estado” me recuerda que los nazis tenían el programa "T-4" o de "eutanasia". Este programa consistía en eliminar a quienes tenían discapacidades físicas, intelectuales  o enfermedades mentales y eran perseguidas para asesinarlas. Esto porque los NAZIS consideraban que  eran una amenaza para la genética aria y se constituían en una carga.  Ese mensaje recibí cuando usted de manera despectiva dijo que somos “una carga para el Estado”.

Esa fue la razón por la que interpusimos la demanda por discriminación en el Ministerio Público, y lo hicimos en febrero, mucho antes que usted divulgara la supuesta persecución política a su persona.

 

Soy una ciudadana fiel creyente de los derechos fundamentales, y creo en el institucionalismo. Por eso, al igual que usted hace hoy uso de la CRPG y las prerrogativas del artículo 161, yo hago uso del artículo 46 que abre la puerta al bloque de constitucionalidad donde se encuentra reconocida la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, misma que establece en el artículo 5 la “no discriminación”, y espero que la Corte suprema de justicia haga uso del “control de convencionalidad” cuando emita su resolución.

 

Quiero también que sepa, que no es de nuestro interés presionarlo para que vote a favor de nuestro proyecto de decreto, al final sabemos que el congreso es la suma de expresiones y que si usted vota en contra, está haciendo valer la expresión de un sector de la ciudadanía que también considera innecesario un marco normativo como el que proponemos.

 

Sepa diputado, que nosotros los “discapaces” como usted nos considera, también estamos a favor de la libertad de expresión, lo que no compartimos es que bajo ese principio se lacere la dignidad de las personas. Y es que en este caso, nosotros estamos buscando no solo el respeto de nuestra dignidad, sino también el reconocimiento de nuestra ciudadanía . Cambiar esa idea que usted y otros tantos tienen sobre nosotros, al vernos ciudadanos de tercera categoría.

 

Respetamos su libertad de opinión sobre nuestro proyecto, y tanto lo respetamos que estamos en una mesa técnica en el legislativo para proponer las enmiendas que sean necesarias y nuestro proyecto de decreto se viabilice… pero una cosa es opinar técnicamente sobre un proyecto legislativo, y otra muy distinta es que se considere que usted arbitrariamente y con exceso de iniciativa personal pueda referirse a nosotros como ineficientes y una carga para el Estado. El institucionalismo hace que por medio de las normas se regulen los actos sociales, y en base a ello, las personas con algún tipo de discapacidad estamos pidiendo que se nos permita acceder a nuestros derechos fundamentales.

 

Me atrevo a escribirle diputado, porque soy una persona que bajo el privilegio me eduqué, sé que tengo la responsabilidad moral de hacer uso de la justicia cuando seamos discriminados por ser vistos como “una carga para el Estado” porque el holocausto NAZI  ya pasó, estamos en un Estado que debe reconocer su diversidad de ciudadanos.

 

Me despido de usted diputado, esperando que el Estado de derecho nos ampare a todos los ciudadanos.

 

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